Por primera vez en clase estuvimos practicando el salto de altura en los diferentes estilos, el estilo Fosbury y el rodillo ventral. Al experimentar estas modalidades me di cuenta de como tienen que estar de preparados los atletas de dicho estilo. Por eso, a continuación voy a comentar las características de estos atletas.
ALTURA.
En el salto de altura es una ventaja poseer una estatura elevada. La mayoría de estos saltadores son altos. Con la técnica del rodillo ventral ya era una ventaja, pero con el estilo Fosbury, cuanto más mide el saltador, mejores son sus resultados.
EXPLOSIVIDAD.
La altura es la prueba más explosiva de todos los saltos, porque el "bote" se produce sobre el propio terreno para subir lo más alto posible.
FIBRAS.
Las fibras de los saltadores son, en una enorme proporción, explosivas y muy rápidas, totalmente anaeróbicas en su funcionalidad desde el punto de vista energético. El saltador debe nacer con estas fibras, pero también se pueden desarrollar a base de pesas, multisaltos y muchos ejercicios de flexibilidad y técnica.
CAPACIDAD DE IMPULSIÓN.
Todos los saltadores tienen una gran capacidad de impulsión. Tanto en altura como en pértiga, longitud y triple salto hay una elevación sobre el suelo. Dentro de la elevación también hay algo de salto en extensión. Para llevar a cabo este salto es imprescindible tener una buena capacidad de impulsión, o lo que en el argot se llama -bote-. Sin bote no se puede saltar, y se consigue gracias a las fibras explosivas y rápidas, a las que hemos hecho referencia.
MEMORIA PARA MECANIZAR.
Los saltadores han de ser personas hábiles y flexibles, con una serie de cualidades innatas: capacidad de mecanizar, de asimilar, de archivar movimientos musculares. En las cuatro especialidades, los saltadores hacen la película -in mente- de cómo van a realizar el salto antes de llevarlo a cabo.
Tienen perfectamente talonada su carrera, saben los pasos exactos que dan desde el sitio en que la inician, que previamente marcan en la pista, y saben también el lugar desde donde deben batir. Si se equivocan, aunque sea medio pie abajo o arriba, puede ser fatal para el resultado final.
Luego, una vez que se elevan, los saltadores tienen que mecanizar en el aire toda una serie de movimientos, según el estilo característico de cada uno.
Esta mecanización se ensaya en los entrenamientos, repitiendo miles y miles de veces, hasta que lo puedan hacer prácticamente sin pensar.
VELOCIDAD.
Evidentemente tienen que ser muy rápidos; no hay un solo saltador de cualquiera de cualquiera de las cuatro especialidades que no sea un gran velocista. Incluso más rápido de puesta en acción que un velocista de cierta calidad, con la diferencia que no aguantaría una carrera de 100 metros. En 20, 30, y 40 metros tienen que ser muy veloces.
CONCENTRACIÓN.
Otra cualidad de los saltadores es su gran capacidad de concentración. Algunos piden palmas a los espectadores, pero es porque ese tipo de apoyo les ayuda a concentrarse.
NUTRICIÓN.
Como todos los saltos atléticos se caracterizan por ser pruebas explosivas, la nutrición de los saltadores es muy parecida a la que llevan a cabo los especialistas en pruebas de velocidad o vallas.
Los saltadores queman fundamentalmente glucógeno, por hacer uso de fibras explosivas o rápidas, que sólo gastan este combustible de gran calidad.
A los saltadores les cuesta especialmente quemar grasas y, como generalmente han de ser altos y delgados, coger demasiado peso sería un handicap enorme en la competición.
La calidad en la alimentación es la misma para todos los saltadores. Su dieta debe ser variada y equilibrada. La cantidad de calorias que deben ingerir está en función de la cantidad de trabajo que desarrollen diariamente y también del volumen corporal que hay que nutrir.
Como hacen numerosos entrenamientos de fuerza, deben asimilar más calorías en forma de proteinas que cualquier otro atleta de una especialidad no explosiva. Alrededor de un 2 o 3% más.
En cuanto a las vitaminas se refiere, toman las mismas que cualquier otro atleta.