Tener una técnica de carrera muy depurada es esencial para que un corredor consigue el máximo rendimiento. Una adecuada zancada consta de cuatro fases, que son, amortiguación, apoyo, impulso y fase de vuelo. Cada una de ellas tiene que ser realizada correctamente para conseguir nuestro objetivo. La fase de amortiguación y apoyo comienza con el apoyo del talón en el suelo y termina con el apoyo completo del antepié. A medida que van progresando dichas fases, el talón se despega del suelo y el pie va hacia la pronación para terminar apoyando todo el antepié y dejando como último apoyó el dedo gordo. En la fase de impulso, la rodilla y la cadera de la pierna que hace el impulso comienza a extenderse y quedan por detrás del corredor. En la última fase, la fase de vuelo hace referencia al período de tiempo en que se encuentra la pierna al aire. Una vez que se despega el dedo gordo del suelo, la cadera se flexiona y la pierna va hacia adelante alcanzando aquí su máxima flexión. Otro aspecto importante es la sincronización de brazos y piernas.
Hay variaciones en la fase de apoyo según el tipo de carrera. Cuanto mayor es la velocidad de la carrera menor es el apoyo del talón y mayor el del antepié. Por último, debemos adoptar una adecuada posición del tronco, ligeramente inclinado hacia adelante.
Tener una buena técnica de carrera no es fácil, pero con entrenamiento y esfuerzo se puede conseguir.
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